Lanzando piedras

Ser una sombra nunca me gustó, pero hay momentos que por la diferencia de culturas te sientes aislado, y te dan ganas de gritar a ese vacio tan vacio que te rodea y que no sabe responder pero que al menos te entretiene.
Tener conversaciones con Soledad es una muy buena manera de conocerse a uno mismo, pero demasiadas horas cansan a cualquiera, hasta tal punto que te embriagas en un estado de locura transitorio en donde tiempo y espacio no juegan ningún papel en tu percepción. Algo así como con las drogas pero mucho más sano y menos caro. Hay que aprender a vivir con ella prologadamente.
¿A quién no le gusta hacer trampas para ganar? Pero la putada es el precio que tienes que pagar a cambio de hacerlas, ¿realmente merece la pena? quién sabe, yo creo que Momento es quién decide si Sí o si No.
¿Existe realmente Olvido? Quizás sólo sea una utopía, un estado al que se puede llegar a través de una persona, y esa persona se llama Muerte, y no es muy recomendable pasear con ella.
Historia nos revela todos nuestros errores y puede incluso predecir futuras injusticias simplemente por el mero hecho de ser una persona periódica, constante en el tiempo.
Lanzar piedras contra tu propio tejado te puede hacer mucho daño, hasta el punto de derrumbar los cimientos que sostienen tus más arraigados principios. Lo bueno es que también derrumbas prejucios, pero realmente no merece la pena, es como esa soberana estupidez de talar árboles para evitar los incendios.
Conocerse a uno mismo requiere muchísimo tiempo y encima es demasiado jodido, prefiero engañarme una y otra vez con la señorita Alegría, que muchas veces lleva el apellido Resignación.
Dudar es un concepto que no debería existir, si todo fuera un claro Sí o un rotundo No todo sería mucho más fácil, porque Duda siempre está aliada con Espera y Angustia, enemigas íntimas.
Imaginación e inspiración salen juntas de fiesta, lo malo es que fiesta no es todos los días.
Magia significa Buen Engaño.
Llorar es una acción que nos diferencia de los animales.
Ceguera ante la vida siempre provocó Miedo, Incertidumbre y Malestar General.
Huir es de cobardes y en la mayoría de los casos siempre te alcanza el objeto o ente que tanto miedo tenías que te alcanzará.
Las avalanchas vienen de repente y si te pones en medio de ellas no queda nada de tí, sólo un cuerpo tendido en la nieve que pide el calor de unas manos que puedan reparar todo el daño producido.
Luchar por algo, concienciarse y a por todas son buenos métodos para cambiar, para encontrarse, incluso para dar sentido a una existencia que nos cayó por casualidad y no por causalidad.